Hermanos míos, no hace falta que yo les escriba acerca del momento exacto en que todo esto ocurrirá.
Ustedes saben muy bien que el Señor regresará en el día menos esperado, como un ladrón en la noche.
Cuando la gente diga: "Todo está tranquilo y no hay por qué tener miedo", entonces todo será destruido de repente. Nadie podrá escapar, pues sucederá en el momento menos esperado, como cuando le vienen los dolores a una mujer embarazada. ¡No podrán escapar!
Pero ustedes, hermanos, no viven en la ignorancia, así que el regreso del Señor no los sorprenderá como un ladrón en la noche.
Todos ustedes confían en el Señor, y eso es como vivir a plena luz del día y no en la oscuridad.
Por eso, debemos mantenernos alerta, viviendo correctamente, y no tan despreocupados como viven algunos.
Los que no se preocupan por el regreso del Señor y viven pecando y emborrachándose, están viviendo en la oscuridad. [BLS]